Cuando Dios se olvida de ti.
marzo 18, 2011 Deja un comentario
Andar los caminos de la fe, tarde o temprano te conducirá por la avenida Silencio de Dios. Un silencio que te hará pensar que simplemente Dios se olvido de ti.
Dios es un pedagogo por excelencia, el mejor diría sin chistar. No gusta de populismo, ni de fraternalismo, todo lo que tienes que vivir lo vivirás, el no te lo ahorrara. Sino me crees fíjate en Jesús, el pidió si era posible no pasar por la cruz ¿y que sucedió? Allí esta ese dramático grito desde el madero e inexplicable para los teólogos: ¡Eli! ¡Eli! Lama sabactani. Dios mío, Dios mío ¿Por qué me haz abandonado?
Andar los caminos de la fe, no es ningún salvoconducto, ni te da inmunidad diplomática, mucho menos fuero de diputado federal. Andar la fe es esencialmente esperar la meta; gastarnos la vida en ese camino angosto que son las palabras del Cristo.
Muchos se cansan de ese silencio, se buscan otra religión, donde no allá pecadores, o se buscan la yoga, otros recaen en los vicios de donde fueron rescatados. Pocos, muy pocos, continúan. Mejor no lo puede describir más que el evangelio apócrifo de Santo Tomas: Dios escoge uno de entre mil y de esos hace diez mil, pero solo escoge a uno de entre ellos.
A.