¿Es posible la ética y la fraternidad?

Ayer termine el post con una pregunta… ¿estaré siendo muy ingenuo?…pero no solo era una interrogante escrita o una mera forma literaria de concluir un texto, de verdad me quede con esa inquietud: ¿No le estaré apostando a la ética y a la fraternidad como una mera salida facilota a los múltiples problemas de México? ¿Es posible la ética y la fraternidad?

He visto que los mexicanos siempre nos auto denostamos, nos ninguneamos a si mismo, somos un pueblo que se jacta mucho del otro, aunque el otro acaba siendo uno mismo. Sin embargo, pese a nuestro pesimismo crónico ante los grandes retos siempre hemos mostrado una unidad encomiable. Catástrofes naturales, desgracias humanas, accidentes, siempre han puesto de realce nuestro espíritu fraternal, a la hora de la necesidad siempre sobran manos que ayuden. Sin embargo una vez superada la contingencia volvemos a esa extraña cultura de la auto censura, la flagelación en masa, la lastima común. No lo se porque.

Pero, sin dudar, que este fenómeno dañino es una cuestión de costumbre, de cultura, un paradigma vigente. Otros países y culturas son lo contrario, por ejemplo los sajones y ni se diga de la raza aria, tienen un amplio sentido del triunfo, son optimistas respecto de si.

Claro que la ética y la fraternidad son inherentes a la especie humana, todos llevamos dentro estos positivos gérmenes. Quienes nos toco vivir el fin de La Guerra Fría estábamos con el alma en un hilo, esperando que de un momento a otro Yankees o rusos fueran los primeros en jalar el gatillo de las bombas nucleares que darían fin a este mundo y cuanto hay en el. Sin embargo, no paso nada, nadie empezó la gran guerra final, pero no fue necesariamente por miedo, sino por fraternidad y ética.